(Martín-Barbero, 2002).
Vuelvo a abrir la comunicación en este Blog.
Y para este reencuentro, tomo prestado este pensamiento, provocador pero muy cierto a mi parecer, que abre el debate y "pega donde mas nos duele"...
Adivinamos que "los lugares sagrados" son las instituciones educativas donde nosotros nos hemos formado y donde nuestros alumnos transitan muchos años para recibir el conocimiento de las personas acreditadas para hacerlo (nosotros, los docentes). Pero el término "detentar" esta refiriendo a lugares de poder, donde solemos estar ubicados nosotros los docentes, lugares donde nos sentíamos seguros y donde jamás hubiéramos contestado a un alumno: "No lo Sé".
Las instituciones solo pueden evaluar y acreditar que los alumnos hayan aprendido en un momento y periodo determinado, pero esos aprendizajes no dependen solo de nosotros. Y esto duele... a muchos docentes los desconcierta, los saca del histórico y seguro lugar de poder que las instituciones modernas le brindaban.
En la vertiginosa realidad de cambio que vivimos, notamos que no existen taxonomías estancas, no hay roles definidos, los espacios y/o territorios simbólicos se entrelazan. Podemos enseñar y aprender de nuestros alumnos... tomar lo que ellos traen, escucharlos, mirar una realidad respetando varias opticas... ¿Que fue lo que impidió que no nos dieramos cuenta antes?
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